domingo, 30 de diciembre de 2007

Un insólito chef

Ratatouille (nominada al Globo de Oro por mejor película animada) es una bella y tierna historia que pertenece a Disney y Pixar y juega con los sentimientos más puros que una persona puede tener, sin recurrir a la vieja Cenicienta. Hace algún tiempo somos testigos del cambio drástico que sufrió Disney en la manera de hacer sus películas y su repentina alianza con Pixar. Ya no cuentan con dibujos sino que utilizan una técnica de animación más sofisticada que propicia efectos y gestos más humanizados a los personajes.
En este caso, el mal se convierte en bien y todo tiene un escenario muy particular: la cocina de un famoso restaurante de París.
Esta es la historia de un dulce ratón (Remy) que vivió toda su vida cumpliendo órdenes de su padre y haciendo un trabajo que nunca le convenció. Sin embargo, junto a su amigo descubre que tiene un don y un gusto especial por la buena comida. Sin haber estudiado nunca la disciplina, y sin haberla puesto en práctica, el ratón llega por accidente al restaurante gracias a un muchacho de clase baja que busca trabajo en la cocina. Ellos se conocerán y forjarán una intensa amistad. El ratón le servirá de mucho para sus quehaceres culinarios y para hacerle frente a su odioso jefe. Es sorprendente cómo se expresan aquí los ideales de amistad y perseverancia ante todo. El ratón está muy bien personificado (parece una persona y no un roedor) y cuenta con una comicidad importante. Sin él la película no seria “Ratatouille”. Pero más allá de eso, el film no debe su nombre al querido ratoncito sino a una comida típica de Francia elaborada con verduras de la huerta. Con ella el muchacho aprendiz de cocinero logra conquistar a todos con el plato y en especial al más importante y cruel crítico de gastronomía, que encuentra en esa comida un característico y especial sabor.
De final inesperado, esta historia le llega al corazón a cualquier persona. La voz y gestos del ratón son increíblemente acertados, humorísticos y tiernos. El film encuentra su paralelo con Toy Story, otra excelente producción de Disney y Pixar, en cuanto a efectos y animación. Si Toy Story está primera en el ranking de animaciones, Ratatouille tiene el segundo puesto o incluso estaría al mismo nivel.
La trama, que cuenta con una originalidad exclusiva, no es tan sólo para chicos, los grandes pueden pasar un muy buen momento y reírse de las locuras del roedor y su nuevo amigo. Uno llega a encariñarse mucho con este personaje ficticio, quien propicia que pensemos que nada es imposible, que un animal también puede hacer muchas cosas sin que los humanos se percaten de ello. La complicidad entre los personajes está a flor de piel.
Muy buena imagen, sonido, voces e interpretación. Original, graciosa y tierna.



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lunes, 10 de diciembre de 2007

La venganza tiene nombre



Bourne, el ultimátum” de Paul Greengrass está basada como sabemos en la historia de un ex miembro de la CIA (Matt Damon) que fue sometido a un importante experimento.
El film comienza con la persecución de un famoso periodista por haber revelado información secreta, y a quien Bourne ayuda a escapar.
Así Jason desarrolla habilidades poco comunes para la raza humana, lo que le permite al mismo tiempo proteger y matar gente. Su plan se ve desarrollado en las dos entregas anteriores: vengarse de todos los que alguna vez trataron de matarlo, y principalmente aquellos que hicieron de él lo que es ahora: una rata de laboratorio buscando paz. En Identidad Desconocida (2002) trató de descubrir quién era. En La Supremacía Bourne (2004) vengó el asesinato de su novia. Ahora, él regresa a casa y tiene un mensaje claro y preciso para sus perseguidores: "Me acuerdo de todo".
En este caso admiramos a un sujeto que verdaderamente es inmortal e increíblemente inteligente. Durante esta tercera parte (al igual que en las otras dos) se les hace muy difícil e incluso imposible atrapar a este hombre cuya mente va demasiado rápido comparado con el resto de la gente, y que dejó de ser humano hace mucho tiempo. Eso es tal vez lo que choca de la película. Si bien admiramos su intelecto y rapidez mental y sus habilidades con el cuerpo, Bourne vendría a ser fantasiosamente un súper héroe, algo que no fue planteado en la primera parte. En esta ocasión se sale bastante de la realidad del personaje.
Algunos vuelven a aparecer para desgracia o suerte de Bourne. Una agente conocida para Bourne (Julia Stiles) lo encuentra de casualidad y decide ayudarlo, así Jason se ve en la obligación de protegerla.
Si hay algo que caracteriza a esta película es que no se lo deja descansar al espectador ni un sólo segundo por su adrenalina y situaciones límite. Recurriendo a imágenes casi fugaces, la acción provoca que el ojo del público se mantenga expectante, inquieto y se convierta en desprevenido, ya que cada escena asombra hasta en el más mínimo detalle. El diálogo no es una cualidad esta vez, sino más bien una osada combinación de rápidos momentos extremos y flashbacks.
Lo que se remarca durante los 115 minutos de cinta es la importancia de la justicia a su debido tiempo, luchar por los ideales y valores de cada uno y sobre todo no quedarse de brazos cruzados cuando se comete una aberración como ésta. “La venganza nunca es buena”, dicen por ahí; a lo que agregaría: “Pero si es justa bienvenida sea”.




--- SI ---