jueves, 14 de agosto de 2008

¿Me cambiaron a Batman?

Al ver las primeras imágenes de “Batman, el caballero de la noche” (Christian Bale), quedé anonadada con el nuevo villano que nos propone el director Christopher Nolan. Al verlo con una máscara y con ese traje color púrpura supe inmediatamente quien era, más allá de que el final de la última cinta nos haya dejado en claro de antemano de quién se trataba. Con su cara cortada y su maquillaje corrido, como si alguien le hubiera arrojado un balde de agua o le hubiese puesto una tela húmeda sobre la piel, llama la atención y se lleva todos los premios desde el primer momento, con su risa macabra y su maldad innata.
Con sus ojos tan profundos que no provoca ya miedo sino una adrenalina incomparable y ganas de gritarle que vale la pena estar vivo.
¿Por qué hablo demasiado de él en este artículo? Este personaje se impone fuertemente y arrasa con el Batman que conocemos, el Guasón esta vez es el protagonista.
El murciélago enfadado y combativo sigue estando pero de manera más sumisa, relegada y secundaria. Ya los habitantes de Ciudad Gótica no lo ven con los mismos ojos, la cinta demuestra claramente que nada será igual. La gente lo tilda de delincuente mientras nadie, ni siquiera la policía, da a basto con las “travesuras” del hombre vestido de payaso.
Debatiendo acerca de la película con un colega mío de la facultad, ambos coincidíamos en que la cinta en sí es buena, sus efectos especiales son inmejorables (al igual que en la anterior), no aburre en ningún momento a pesar de su larga duración, el vestuario, maquillaje y fotografía son excelentes, pero la historia original está un tanto distorsionada. El hombre triste, calmado, del que nadie sabe de su existencia luego de la muerte de sus padres, se nos presenta yendo de fiesta en fiesta del brazo de hermosas mujeres. El Bruno Díaz del comic nunca fue así,
Tampoco la personalidad del Guasón es la misma, él nunca fue alguien sádico sino que se divertía haciendo maldades más sencillas e inocentes. Este Guasón hace volar miles de edificios poniendo la ciudad en llamas y sumiéndola en un caos. En esta cinta él se la pasa contando que su padre le hizo las marcas en su cara, mientras que en la historia original él sufre varias operaciones por una deformidad.
Jack Nicholson (el viejo Guasón) se enfureció cuando se enteró de que no encarnaría al personaje en esta nueva versión de Batman, y aunque la mayoría dice que esta nueva faceta es “espeluznante”, existe alguno que otro que piensa lo contrario. Coincido con la mayoría: Este Guasón es “excelente” y Heath Ledger más aún ya que me parece el hombre indicado para ponerle el rostro y darle vida a esta personalidad, que de ser tan maquiavélica causa gracia.
Por otra parte también aparece el famoso “Hearvy Dos Caras” (Aaron Eckhart). Esta aparición sí me parece fantástica porque se la anticipa desde casi el comienzo y pasa de ser un político y ciudadano ejemplar a volverse loco cuando asesinan a su prometida. Quizá aquí también podemos encontrar aspectos poco veraces con respecto a la trama original, pero este personaje está muy bien logrado en todo sentido y no es apto para impresionables.
A pesar de sus detalles en contra, la cinta es muy entretenida, muy bien lograda, cumple con las expectativas y los actores sobresalen. Pero la película tendría que haberse titulado: “El Guasón y su pequeño murciélago”.



--- SI ---