jueves, 22 de enero de 2009

El nuevo Drácula

Bella Swan (Kristen Stewart) una chica simple y solitaria, un poco nómade, pero común y corriente. Al principio no tiene nada fuera de lo común salvo por su belleza y su pelo rojizo. Concurre a la escuela secundaria como todos los días y tiene un pseudo grupo de amigos con los que pasa el rato.
Todos parecen los típicos adolescentes yanquis que pasan la mayor parte de sus vidas en el colegio, hablando sólo del baile de graduación y buscando pareja para el mismo. ¿Una historia como tantas otras?, nos preguntamos. Pero antes de respondernos lo vemos entrar a él: pálido, de rasgos duros, alto y con mirada penetrante. Edward (Robert Pattinson) y su familia (Los Cullen) resaltan del montón y se sientan del otro lado de todo, mirando, como si tuvieran un arrepentimiento que esconder. Los demás solo los miran con desprecio y los consideran freaks.
Dos tipos distintos de ser humano empiezan a interactuar en un mismo hábitat como dos especies de animales que compiten por la supervivencia del más apto.
Twilight” (“Crepúsculo”) de Catherine Hardwicke no es una historia más de vampiros, esta es “la” historia de vampiros. Dista mucho de “Buffy” y “Angel”, las famosas series que devorábamos de más chicos.
Esta historia relata las desventuras de un amor imposible que trasciende las barreras de lo imaginable. La confianza y la protección del ser amado están a flor de piel.
Pero todo tarda en darse, todo se toma su tiempo para arrancar, pero ese tiempo es justo. La aceleración no pega con una historia de estas características, en la que todo debe detallarse y explicarse.
Los Cullen son raros, si, pero esta cinta los presenta como otra clase de vampiros arrepentidos, que elijen otras alternativas para alimentarse que no sea sangre humana. Pero a Edward le cuesta mucho resistirse a la sangre de… pero tendrá que hacerlo con todas sus fuerzas porque estaría asesinando a la persona que ama.
Pattinson es perfecto para el estereotipo de vampiro, sus ojos se tornan color miel, su piel brillante y es físicamente perfecto como símbolo de transformación. Otro dato curioso, puesto que dista mucho del personaje que encarnó en “Harry Potter y Cáliz de fuego”.
Lo interesante de su personaje es que es inestable (nos da la sensación de que puede ser el hombre más tierno del mundo pero a la vez tiene momentos de frialdad), le gusta la medicina, toca el piano y coleccionar autos.
Pero no sólo Pattinson encarna un personaje interesante. Toda su familia de ficción es realmente intrigante, y todos y cada uno tienen un don o particularidad que los hace únicos, además de una triste historia detrás.
Pero si de transformaciones vampirezcas hablamos, hay un punto en contra a mi parecer: el paso de humano a vampiro se efectúa sólo así, no hay más que eso. En realidad esperaba colmillos, ojos rojos, y mordedura de cuellos. Esta versión es mucho más tranquila, dado que es la adaptación del libro de Stephanie Meyer.
Igualmente están bien logradas las escenas de los saltos que pega Edward entre los árboles, la velocidad con la que corre y su inusual fuerza. Esta cinta es distinta a otras de vampiros, más típicas, predecibles e incluso a veces absurdas. Esta se merece un aplauso de pie. Y a esperar la llegada de las otras dos partes.





--- SI ---

sábado, 10 de enero de 2009

Lejos de lo que se esperaba

La segunda parte de “Los Expedientes Secretos X” es poco prometedora, aunque resulta interesante por el caso policial en el que se basa. Pero tan sólo es eso, un caso en manos del FBI y allí culmina y muere la cinta.
Si bien es un caso bastante particular que requerirá la ayuda y la experiencia de la Dra. Dana Scully (Gillian Anderson) y el agente Fox Molder (David Duchovny), bien podría ser resuelto tal y como se lo presenta al principio. La primera escena es en medio de la nieve, con rastrillajes, perros y policías trabajando arduamente. De un momento a otro un hombre se arrodilla y descubre que enterrado se encuentra un miembro humano extirpado. Esto obviamente no sorprende, nos intriga y nos convence de quedarnos hasta el final.
¿Pero qué tiene que ver esto con los “X Files” tal y como los conocemos?, ¿En qué podrán ayudar Scully y Molder?.
Y la respuesta es: en nada. Estos dos agentes ahora alejados de todo eso (ella trabaja en un hospital y sigue de cerca el estudio de un complejo tratamiento para un menor, y él relegado en su casa, barbudo y avejentado sin ganas de volver al FBI), son llamados para colaborar en este caso un tanto indescifrable. Molder es convencido por Scully para volver a su antigua labor, pero todo se da vuelta después. Ella se arrepiente y él sigue.
La cinta es destacable quizá por su psicología interna. Fox decide meterse de vuelta en este tipo de casos misteriosos por seguir la convicción de que “necesita creer” en lo que está haciendo debido a lo que le sucedió a su hermana hace largo tiempo (tema que ya es tocado en la serie original). Dana opera al niño con un método poco convencional que ella misma investigó sin ninguna seguridad, pero encarna a su hijo perdido en él y no se permite dejarlo morir, por eso “necesita creer”, estar segura de sí misma y no darse por vencida. No en vano el nombre de esta segunda película que nos propone el director Chris Carter se llama “I want to believe”.
Como vemos, todo está relacionado, intensamente conectado. Pero sigo sin poder ver el fondo de la cuestión. ¿Cómo se relaciona todo esto con los Expedientes X?.
El único vínculo que encuentro es que en medio de todo este embrollo de datos, sospechosos y misterios hay un hombre que tiene visiones y que se conecta profundamente con las víctimas de un asesinato en serie. Sabe donde están, cómo se sienten y si están vivas o no. Este hombre es el padre Joseph, acusado al mismo tiempo de pedofilia. Pero este es el hombre que, arrodillado en la nieve, encuentra las evidencias.
Todo muy mezclado para mi gusto, todo muy tirado de los pelos convirtiendo la película en una cinta digna de ser vista como caso policial, pero que no tiene nada que ver con la Scully y el Molder de la serie.
Algo muy parecido me pasó al ver la primera producción cinematográfica de los expedientes. No lograba entender todo, cada detalle, pero por lo menos había una relación aparente entre ella y la serie: una infección masiva que se había desatado entre los humanos con tinte paranormal.
Igualmente no se hicieron buenas producciones después de la serie, se intentó hacer algo completamente distinto y no se cumplió con las expectativas.
Me quedo mil veces con la serie que devorábamos de más chicos.






--- NE ---

jueves, 8 de enero de 2009

De vuelta perdidos...

Desde los primeros días de enero empezamos a disfrutar nuevamente del color y la alegría de esta segunda entrega de "Madagascar".
Esta vez el film está focalizado principalmente en escapar hacia el zoo de Nueva York que fue durante mucho tiempo el legítimo hogar de este grupo de alocados animales.
Pero esta película no comienza en la parte donde se quedó la anterior, sino que su inicio es muy particular. Se refuerza la idea del desarraigo que sufren los animales sacados de su hábitat natural para dirigirlos directamente a un zoológico. Así se empieza relatando la historia de nuestro tan querido Alex, el león, desde chiquito. Además se refuerzan una y otra vez las ideas de amistad y compañerismo pase lo que pase, y la simpleza con que viven sus vidas es admirable. Son la representación de valores ya perdidos en este mundo, de cosas que ya no van a volver.
Hay que reconocer que el principio desorienta un poco, pero no deja de ser divertido, un tanto emotivo y distinto a lo visto anteriormente.
Esta segunda parte no es mejor ni peor. Siempre hay aspectos a resaltar en películas de este tipo. Madagascar es una obra maestra para chicos y grandes, ya que, como sabemos, la cinta cuenta con partes muy bien logradas pero que lógicamente los menores de 10 años no entenderían.
Igualmente disfrutar de esta película en cine es algo monumental. El sonido es excelente, además del color y las voces dobladas (aunque es muy importante también verla con las voces de los actores originales, que van desde Ben Stiller, pasando por Chris Rock y David Schwimmer de la famosa serie "Friends").
Se adicionan en esta entrega personajes nuevos, como los simios comunistas, nuevas manadas de animales, un hipopótamo seductor y una nueva aventura: se han quedado varados en África en su intento por escapar de Madagascar, pero su estadía allí no será tan mala.
Nos encontramos con nuevas revelaciones, la misma banda sonora característica, la misma esencia de los personajes pero nuevas historias que renuevan la cinta y doblan la apuesta.
Conserva los excelentes golpes de humor de la cinta anterior, en especial cuando se encara el tema del cruce con los humanos. Por un lado, cuando son interceptados por un ship de safari, y por el otro, cuando Alex se esmera bailando ante ellos y esto impide que lo maten. Brillante!
Mas colorida, emotiva, risueña, un poco inocente, dulce y reflexiva.
Como dato destacable: las expresiones son de lo mejor. Disney y Pixar son los responsables desde Toy Story de hacer posible que el cabello parezca verdadero, que los ojos se llenen de lágrimas casi reales y que los movimientos sean perfectamente realistas. Con ellos el zoológico se vuelve una fiesta y África se viste de color. A dejarse llevar por su magia.






--- SI ---