domingo, 15 de febrero de 2009

Un reloj que da vuelta hacia atrás

Lo esencial de una cinta no es su duración. Lo más cautivante puede ir desde la banda sonora que llena todos los espacios hasta las caracterizaciones, desde la ambientación hasta los increíbles exteriores y el vestuario que los acompañan a la vez de resaltarlos.
The curious case of Benjamin Button” (“El curioso caso de Benjamin Button”) de David Fincher (adaptación de la novela corta que Scott Fitzgerald publicó en 1921) cautiva hasta en los créditos finales, con suaves melodías de jazz, un Brad Pitt extremadamente emotivo e inocente, una historia tan fuerte como dramática y un realismo que sobrepasa los límites de lo creíble.
Las primeras escenas confunden. Nos dan la sensación de que nos hemos equivocado de sala y veremos otra película. Daisy (Cate Blanchet), una anciana que agoniza en un hospital junto a su hija, decide pasar sus últimos momentos contando la historia que más marcó su vida, símil de novela que narra la historia de un reloj que da vueltas hacia atrás y que juega con el tiempo y con las emociones del espectador.
Esta historia, narrada en 2005 pero originaria de 1918, tiene conexión con Benjamin (Brad Pitt), que ha nacido distinto a todos. Es un bebe de 90 años de edad y por eso su padre decide abandonarlo en la puerta de una casa. Es encontrado por una familia de un hogar de ancianos donde vivirá hasta que encuentre sus verdaderas motivaciones en la vida y parta a vivirlas solo.
Esa mujer que lo encuentra mojado, friolento, solo en la oscuridad y llorando a gritos, se convierte en su madre hasta la muerte. Aquí se apostó a la focalización en un punto fuerte: ella es la única que no se asusta cuando lo ve y decide hacerlo parte de su vida y su familia haciendo añicos todo prejuicio absurdo. No es casual la frase que vemos en el afiche del film, en el que ella sostiene a Benjamin muy cálidamente: “He was pretty as any picture to me”. Pero detrás de sí, Benjamin deja algo más que sólo una madre que solloza, deja una historia de amor que tiene como protagonista a una mujer que ama y que amará toda su vida, pero con quien por el momento no concretará nada por razones obvias: la diferencia de edad.
Con el paso de los años, Benjamin se va poniendo cada vez más joven y apuesto, y su visión de la vida es un interesante análisis desde el otro lado de las cosas, sobre la vejez, el amor (casi) eterno y el momento previo a la muerte no como una cruz sino como el comienzo de otro estado, y como una etapa que es muy similar al nacer.
Cate Blanchet: realmente se luce desde que aparece en pantalla y está increíblemente personificada, tanto de joven como de anciana. Su piel perfecta, sus ojos intensos, su cuerpo esbelto y su rostro de estilo irlandés aportan una magia inigualable.
Brad Pitt: excelentemente caracterizado como anciano, casi irreconocible en su contextura física y hasta en su voz (increíblemente reducen el tamaño de su cuerpo e imposta la voz sutilmente). Su mirada inocente, su cabello plateado y sus toques de humor revelan al personaje que permanecía oculto dentro de él, pero que en la cinta cautiva y atrae desde el comienzo.
Nuevamente el cine nos deleita con esta pareja que nos mostró su esencia y su química en “Babel” de Alejandro González Iñárritu. Es por eso que el éxito de la cinta estaba de alguna manera asegurado (candidata a 13 premios de la Academia, que incluyen Óscar a la mejor película, al mejor director, al mejor actor y a la mejor actriz de reparto).
Nada es para siempre, todo cuesta el doble y se desea el triple, todo pasa en cámara lenta, nada parece concretarse, pero en off escuchamos una voz temblorosa casi fascinante y con acento pseudo inglés que nos mete de lleno en la trama y nos sorprende en cada escena.
A pesar de sus 159 minutos, la película los justifica. Para relatar una historia como esta “el tiempo es lo de menos”, si nos dejamos llevar nos convertimos en parte de cada escena, y nos sentimos tocados por la profundidad de las expresiones y los intensos diálogos. ¡Excelente!.






--- SI ---

5 comentarios:

Almas Oscuras dijo...

Tengo muchas ganas de verla. Creo que Fincher, con permiso de los grandes clásicos en vida (Eastwood, Spielberg, Scorsese), es el mejor director norteamericano de nuestros días. He escuchado cosas muy interesantes de este Benjamin Button, y tu emotivo comentario no hace más que refrendar todo lo escuchado hasta ahora.
A ver si este próximo fin de semana consigo ir a verla.
Saludos

Anónimo dijo...

PELICULON! Muy buena la review xime, haremos mas visitas al cine proximamente... espero!!!
Besoo!

Anónimo dijo...

jeje el post de arriba anonimo es mio, olvide poner "andres" saludos del primo!

Fer dijo...

Hola!

¿No hay cierta reminiscencia con Forrest Gump?

Besos

Larga Vida al Cine!!!!!

elchejoviano.blogspot.com

koty dijo...

Sin duda alguna, una de las mejores peliculas que vi en los ultimos años.
Una pelicula larga, pero ni con un minuto de mas ni uno de menos, actuaciones excelente de Brad Pitt y de Kate Blanchet (genial como siempre).
Una historia llena de amor, de ellos dos y de un amor mas grande, el amor de madre, aquella madre adoptiva que lo amam apesar de los prejuicios de todos, incluso los del propio padre.
Un padre arrepentido y mas grande aun la bodad de Benjamin hacia el.
Es una historia llena de amor, drama y que nos deja un hermoso mensaje sobre disfrutar cada momento sin importar nada mas... a demas de hacernos dejar de lado los prejuicios tontos, aquellos que todos tuvieron con Benjamin, principalmente su padre y la abuela de Daisy... y sin dudas la ternura y la inocencia de esos dos niños, ella q ve mas alla del rostro viejo y arrugado de benjamin y el q es un niño apesar de su aspecto y tiene deseos de niño.
Y por ultimo...no puedo de jar de decirlo...Brad esta hermosooooo y Kate tambien!!! Siguen siendo mis favoritos!!!