Dos magos, una misma obsesión

En una típica salida por Flores, me topé con un imponente cine y con una cartelera aún mejor. "El gran truco" parecían palabras mágicas como salidas de una galera en un momento impensado. Provocaron en mi una profunda curiosidad de saber de qué se trataba, ver qué actores tenía y especialmente quién lo dirigía. Y así, leyendo descubrí que es adaptación hecha por Christopher Nolan, de la novela del escritor inglés Chritopher Priest. Empecé a recordar que había visto otras películas de este director, como Memento y Batman Begins. En 128 minutos de constantes escenas cargadas de adrenalina me sentí atrapada por su escenografía, ya que es una historia de época (Lodres 1878), y cada personaje merece un respeto particular, porque ninguno deja de adaptarse al papel que le fue asignado. Robert Angier (Hugh Jackman/X- Men) y Alfred Borden (Christian Bale/American Psico) encarnan a dos magos asesinos que compiten por ver quién es el mejor de los dos. De final inesperado, este film nos traslada a la época y nos muestra cuán lejos puede llegar un hombre por destruir al otro que antes fue su amigo y compañero de trabajo. Con efectos casi inmejorables, The Prestige (asi se llama en inglés) logra que el público se ponga en la piel de los personajes e intente resolver el problema que tanto aqueja a ambos, y hace preguntarse constantemente quién ganará la pelea por llegar a la cima.

Podemos encontrar en su trama giros inesperados que cambian el rumbo lineal pero que no se definen hasta el final dejando a todo el mundo con la boca abierta.
El filme no es como cualquier otro porque no toca un tema trillado de la actualidad, sino algo muy original que no hubiera podido darse en esos tiempos.
Llena de flashbacks acerca de una muerte, un juicio y la posterior prisión de uno de los magos, la palícula hace honor con su nombre al mejor truco de magia que puede hacer un mago, que hará que éste sea recordado eternamente.
Que la magia nos llegue!.

--- SI ---