lunes, 1 de diciembre de 2008

Una señal... aburrida

“La señal” está ambientada en los años 50, en medio de un contexto político bastante caldeado no sólo con la reciente muerte de Eva Perón. En este sentido, la puesta en escena, el vestuario, la fotografía y la banda sonora son inmejorables, ideales para ponernos a tono con la época. Incluso de han alquilado distintos accesorios para la filmación como así también automóviles de colección.
Pero el resto deja mucho que desear. Con una trama pobre, poco original y un final anunciado desde la mitad de la cinta, se puede decir que los actores con los que cuenta son un desperdicio para esta producción. Es una verdadera lástima ver a Ricardo Darín (Pibe Corvalán), Julieta Diaz (Gloria) y Diego Peretti (Santana) encarnando papeles carentes de fuerza, carisma e intriga.
Corvalán y Santana son socios en una agencia de detectives desde hace tiempo pero no son los mejores en lo que hacen. Varios casos les han salido mal y trabajan por un salario mínimo hasta que se meten en problemas por Gloria, una misteriosa mujer que ha contratado a Corvalán y lo ha metido en un juego sucio de poder y ambición. Aconsejado por su amigo y socio, hace oídos sordos al pedido de retirarse de la investigación.
Como se supone, hay mucho dinero de por medio, pero se exponen a los ojos de la mafia y sus vidas corren peligro. Corvalán termina entre la espada y la pared por enamorarse de Gloria, que le cuenta poco y nada acerca de ella ni del caso. Corvalán trabaja a ciegas pero engatuzado con ella.
La cinta dura una densa hora y media, y la trama no ayuda a pasar con gusto ese tiempo. La historia se torna densa, con pocos puntos de giro, poca acción y un suspenso ausente. Aburre casi desde los primeros minutos y no se entiende nada hasta casi llegado el final, el cual como dije antes, se intuye perfectamente.
La mayoría de las producciones del cine argentino se caracterizan por ser lentas en el tiempo y por aportar pocos datos en un periodo muy largo. Este es el caso, porque en realidad la manera de tratar el tema no amerita que la cinta lleve casi dos horas. La clave de toda buena película es “retener” al espectador los primeros minutos para que luego se siga interesando en el resto de la cinta. Esta producción no llega a lograr ese cometido, poniéndolo en la obligación de continuar viendo la película sólo para ver cómo concluye, aunque sea muy a su pesar.
El único dato a destacar de esta producción es que tras la muerte del director Eduardo Mignona, Ricardo Darín tuvo la difícil tarea de continuar con la realización del film junto a Martín Hodara.
Lenta, poco original, sin aportes interesantes ni vuelcos. Un intento de thriller y drama argentino que no desafía, no sorprende ni entusiasma.





--- NE ---

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo con tu valoración. Fue una terrible decepción, sobre todo por ver involucrado al gran Ricardo Darín en ella. Adoro a Darín (incluso tuve la oportunidad de verle actuando en un teatro de Barcelona), pero "La señal" no está a la altura de su talento.

Saludos

Unknown dijo...

menos mal q no la vi nunca me entusiasma ver cine nacional las que me gustan las cuento con los dedos de la mano
me gusta q posties(asi se escribe??) mas seguido!
Salutes desde SCI TERROR
H