Esta impresionante cinta de Robert Rodríguez que le rinde culto a “Grindhouse” y a “Death Proof” de Quentin Tarantino, es una obra maestra de sadismo puro, chorros de sangre y repulsivas criaturas.
Su trama se basa principalmente en lo que estuvimos viendo durante los últimos años: una infección letal de la que nadie se salva, pero esta es aun más asquerosa y cruel.
Desde humanos deformes hasta muertos vivos caminando con grandes coágulos en su cara que cada dos por tres explotan y salpican.

Pero esta película va aun más allá. Rodríguez se animó a jugar con un tópico peligroso y lacrimógeno: la infección fue causada por el mismo Ben Laden ahora asesinado. ¿No es lo más loco y volado que hemos escuchado?.
Esta cinta nos ofrece todos sus costados: un terror gore al estilo de los dos directores, que a la vez da risa de cómo está planteado, pero que no cae en el absurdo y acompaña a la perfección todo el desarrollo, ya que hay escenas que se prestan verdaderamente para algún que otro chiste de humor negro. Caemos en la cuenta de que nos estamos riendo de una persona atropellada ferozmente por un camión, pero lo mejor es que es el triple de sangriento y exagerado.
Por otro lado, nos brinda historias variadas dentro de su trama: la de una bailarina stripper (Rose McGowan) que es atacada por un zombie quien le corta una pierna, la de su ex novio “El Wray” (Freddy Rodríguez- no es pariente del director) con quien se reencuentra después de un tiempo en una vieja parrilla del barrio y quien también le coloca una potente arma de fuego que hace las veces de muslo, la de una enfermera lesbiana (Marley Shelton) que trabaja junto a su marido médico a quien ya ni soporta, y la de un militar infectado que busca su propia cura (Bruce Willis).
Willis hace una de las apariciones magistrales, otras están a cargo de Fergie, cantante de Black Eyed Peas, Naveen Andrews ya visto en varias producciones como Lost (Sayid) y Moisés con papeles secundarios, y el mismísimo Tarantino encarnando a un militar despreciable y degenerado.

Esta película parodia producciones de terror de directores como George A. Romero y Lucio Fulci y juega con un estilo setentoso: la cinta tiene imperfecciones de imagen (las clásicas rayas que aparecen de la nada), la fotografía ultra quemada, los saltos del rollo y, algo que me fascinó: el corte de una escena erótica parodiando la pérdida del rollo. En los años ‘70 e incluso ‘80, los directores no dejaban de filmar este tipo de escenas, sólo que “cortaban” los rollos de película a modo de censura y para uso personal, y pidiéndole luego disculpas al público en la proyección. Por lo general, en la escena siguiente a la cortada, todo había cambiado, las parejas se habían unido, algunos ya habían muerto y otros se habían transformado.
La banda sonora resultó ser impecable, excelente. Cuesta olvidarse de la escena en la que Cherry, la stripper coja, va corriendo por el pavimento empapado de zombies muertos y sangre, sus pasos acordes con la música, y salta traspasando un paredón para atacar al ejército de infectados al otro lado. Esa escena es una de las mejores de la cinta, sin dudas.
Es curioso, todo parece exagerado, fingido, grandilocuente, y creo que realmente se quiso dar esa impresión. Todo es adrede, no hay nada casual, todo forma un combo perfecto de imágenes, sensaciones y sonidos que se combinan sin aburrir, sin sasear, porque al salir de la sala queremos más.
Planet terror, turbia, agonizante, exagerada, perversa y con un trabajo impecable.
--- SI ---
“El día que la Tierra se detuvo” (“The Day The Earth Stood Still”) de Scott Derrickson, se podría analizar de dos maneras muy disímiles.
La vida a veces nos juega una mala pasada y nos separa de las personas que más amamos y nunca queremos dejar.
Ahora es mi turno... después de que mis colegas bloggeros dieran su veredicto crítico acerca de la cinta, finalmente fui al cine a verla y expongo mis aspectos coincidentes y contrarios como amante del debate sano y con fundamentos.
“Mirrors” (“Espejos siniestros”) es extremadamente desesperante e inquietante, con pocas películas me he sentido así de impotente y pasiva.
“Awake” (“Despierto” o también conocida como “Bajo anestesia”), de Joby Harold, provoca sentimientos encontrados. Por un lado es tremendamente dramática por tu trama, sus escenas tensas y principalmente por su tema, pero a la vez le falta un poco de todo.
Uruguay. Hermosas playas, una casa sobre la arena, una brisa fuerte y el ruido del mar. Alex pasa sus días evitando a los demás, enfrentando sus problemas y temores. La gente no lo ve como una persona normal, es una adolescente de 15 años que toma pastillas para ser menos hombre y por fin tener una identidad.
Escena 1: Una pareja va a hacer terapia por problemas maritales. Se los ve sentados en sillones separados (porque así están, separados). “Más de lo mismo”, pensé una vez sentada en la butaca del cine.
Al ver las primeras imágenes de “Batman, el caballero de la noche” (Christian Bale), quedé anonadada con el nuevo villano que nos propone el director Christopher Nolan. Al verlo con una máscara y con ese traje color púrpura supe inmediatamente quien era, más allá de que el final de la última cinta nos haya dejado en claro de antemano de quién se trataba. Con su cara cortada y su maquillaje corrido, como si alguien le hubiera arrojado un balde de agua o le hubiese puesto una tela húmeda sobre la piel, llama la atención y se lleva todos los premios desde el primer momento, con su risa macabra y su maldad innata.
La versión cinematográfica de “Super agente 86” (“Get Smart”), dirigida por Peter Sigal, no es tan mala como los no fanáticos de la serie creían. Quizá por el parecido del actor con el legendario Dom Adams o quizá porque ésta producción tiene sus salvedades: humor sano aunque no muy parecido al de la tira, la figura torpe de Maxwell Smart que se conserva, así como también la de la agente 99, y si vemos su versión en castellano, nos deleitamos con la voz original de Jorge Arvizu, quien le dio vida en español al viejo agente. Para los fans de la antigua comedia, ésta cinta prometía mucho y ya sabían que estaría plagada de simplezas.


“La naranja mecánica”(A Clockwork Orange) es una novela de Anthony Burgess, publicada en 1962 y adaptada por el director Stanley Kubrick en la película homónima aparecida en 1971 y re-estrenada en 2000. Transcurre en la ciudad de Londres, donde un grupo de jóvenes pasan sus días cometiendo los crímenes más aberrantes contra los habitantes del lugar. Desde golpear a vagabundos, hasta violaciones, robos e invasión de vivienda.
“Iron Man” (“El hombre de hierro”), el famoso personaje de las historietas leídas por grandes y chicos y producto de la Marvel Comics, llega a la pantalla grande para brindarnos una producción realmente extraordinaria, plagada, como se supone, de efectos más que especiales.
Con este nombre Canal 7 le da cuerpo a un espacio dedicado enteramente a los cinéfilos del cine clásico. Se emite de lunes a viernes a la 1:30 de la mañana, con conductores críticos y coleccionistas como Fernando Martín Peña y Fabio Manes.
“Antes de partir” (“The Bucket List”) de Rob Reiner, es una conmovedora historia de dos enfermos terminales, el profesor de filosofía Chambers (Morgan Freeman) y el multimillonario Edward Cole (Jack Nickolson), que se proponen pasar los últimos meses de su vida de la mejor manera. Todo comienza cuando a Chambers le avisan de su enfermedad y una vez internado, se encuentra con este empresario reconocido , dueño del hospital y quien se convertirá en su compañero de aventuras.



